Las personas desarrollamos un sentido sobre nosotros mismos mediante nuestra identidad, una identidad que es propia y única. Sin embargo, hay personas que padecen lo que en psicología conocemos como trauma por disociación.
¿Qué es la disociación en psicología?
Este tipo de trauma tiene lugar cuando se produce un suceso, habitualmente doloroso y angustioso, que somos incapaces de integrar como parte de nuestra identidad.
Es decir, la persona sufre un trauma al que, debido a su magnitud, no puede darle cabida entre sus vivencias y, de esta forma, construir su sentido de identidad. Algo muy importante desde un punto de vista psicológico ya que la narrativa que creamos en torno a quiénes somos es lo que nos permite reconocer y distinguir el pasado, vivir el presente y, al mismo tiempo, pensar en el futuro, reconociéndonos siempre como una persona con la misma identidad y forma de ser a lo largo del tiempo.
¿Qué es un trauma por disociación?
Cuando no somos capaces de asumir un trauma y que forme parte de nuestras vivencias y experiencias, nuestra identidad se debilita.
Podríamos decir que la disociación traumática tiene un significado en psicología relacionado con la incapacidad de una persona para integrar ciertas vivencias o experiencias (normalmente de tipo traumático) como parte de nuestra identidad. Es decir, hay una parte de nosotros que reconoce ese hecho traumático de forma individual e independiente, y otra parte de nuestra personalidad y nuestra mente que no lo reconoce e integra.
De una forma más llana y sencilla, podríamos decir que las personas con trauma por disociación se sienten divididas. Sienten que ciertos pensamientos, recuerdos o emociones que sienten no son suyas, como si fueran de otro mundo del que no forman parte.
El concepto de disociación es complejo, pero lo más básico que debes entender es que implica una desconexión entre lo que hemos vivido o recordamos y nuestra identidad y forma de actuar. Así, las personas con un trauma disociativo pueden llegar a vivir ajenos a la realidad e incluso tener ciertas dificultades para desarrollar su vida y actividad cotidiana de forma normal.
¿Cómo se manifiesta un trauma por disociación? Síntomas
Los síntomas más habitualmente relacionados con un trauma de este tipo, aunque depende de la persona y el evento traumático, son la pérdida de memoria, la distorsión del tiempo, la despersonalización, la desrealización, la concentración alterada y las intrusiones disociativas. A continuación te explicamos un poco más sobre estos síntomas:
- Pérdida de memoria: No se trata de un olvido temporal o normalizado, sino que la persona puede no recordar eventos traumáticos o recordar tan solo algunas partes de ciertas experiencias vividas. Existen incluso casos en los que se olvidan períodos completos o eventos del día a día.
- Distorsión del tiempo: La persona siente que vive en el pasado o que el tiempo pasa muy lento o muy rápido.
- La despersonalización se produce cuando la persona con trauma por disociación se siente a sí mismo como si fuera un extraño. Es como si fueran observadores de sus vivencias en lugar de protagonistas de las mismas.
- Algo similar sucede con la desrealización. En este caso,la persona tiene la sensación que lo que les rodea, ya sean personas, lugares u objetos, son extraños o no son reales. Puede llegar a experimentar que están en un sueño, que el tiempo pasa muy deprisa o muy despacio, distorsionando la situación real.
- En psicología se habla de concentración alterada cuando la persona con trauma por disociación experimenta dificultad para concentrarse, distracciones habituales, pierde la noción del tiempo, etc.
- Intrusiones disociativas: Sin motivo aparente o de forma repentina, se producen evocaciones, flashbacks, sensaciones, recuerdos o emociones relacionadas con el evento traumático.
Otros síntomas también habituales en algunos pacientes son problemas de salud mental ansiedad, depresión y estrés, incapacidad para abordar situaciones de estrés en el trabajo, problemas en las relaciones laborales y personales, etc.
Terapia con psicólogos para tratar la disociación
En la mayoría de ocasiones, el trastorno disociativo suele estar directamente relacionado con un trauma en la infancia como puede ser maltrato físico o psicológico, ser víctima de abusos sexuales, vivir en un entorno doméstico conflictivo o, incluso, haberse visto involucrado en una guerra o catástrofe natural.
Independientemente de la causa del trauma por disociación, lo más recomendable para superarlo es hacer terapia psicológica.
De la mano de un psicólogo, será posible identificar el evento traumático, detectar los principales síntomas que sufre el paciente y abordar las mejores opciones y acciones para aceptar este trauma y superarlo.