Las relaciones tóxicas de pareja son, desgraciadamente, cada vez más frecuentes. También, por fortuna, hay más consciencia que nunca sobre su existencia y sobre la necesidad de abordarlas y ponerles solución. En este post, tratamos de dar respuesta a las preguntas más habituales sobre las relaciones tóxicas de pareja, saber en qué consisten realmente, cómo detectarlas y qué solución hay.
¿Qué son las relaciones tóxicas de pareja?
Las relaciones tóxicas son aquellas en las que ambas partes son incapaces de impedir hacerse daño, generando un ambiente incómodo y de malestar. En este sentido es importante destacar que una relación tóxica no puede darse solo en el ámbito amoroso o de pareja. También hay relaciones de amistad, labores o familiares que son tóxicas.
En el caso de la relación tóxica de pareja, una de las dos partes, pese a “amar” a la otra persona, le hace daño de forma constante, como resultado de adoptar ciertas dinámicas peligrosas, que en muchos casos pueden llegar a traspasar la línea del maltrato psicológico.
Definimos como tóxicas estas relaciones por los efectos perjudiciales que provocan a las personas que están involucradas en ellas. Estas relaciones se basan en vínculos afectivos que, de forma constante y duradera, viven en el sufrimiento y el malestar. No se trata tanto de que no haya amor, si no que no se quiere bien.
Uno de los principales problemas de las relaciones tóxicas es que, a menudo, la persona que está inmersa en esa relación no es consciente de que está viviendo los abusos o cometiéndolos. Y, además, una vez es consciente de que esa situación puede ser muy real, no sabe salir de ella. Por eso en muchas ocasiones es necesario el apoyo psicológico para salir de una relación tóxica que te ayude a mejorar tu bienestar y salud mental.
Características de las relaciones tóxicas
En las relaciones tóxicas, los momentos de felicidad son escasos y efímeros mientras que los desencuentros son constantes. Y lo habitual es que sea una de las dos personas quien asuma el rol dominante adueñándose de la situación y causándole daño al otro, ya sea de forma directa, mediante agresividad verbal, o de forma subrepticia.
Esa es la norma general de las relaciones tóxicas de pareja. Pero hay más características que las definen:
- Son relaciones de desigualdad y desequilibrio de roles dentro de la relación. Suele haber una persona más manipuladora y narcisista y otra persona susceptible a la culpabilidad, sensible y vulnerable, con dependencia afectiva.
- El miedo, la ansiedad, el desgaste emocional o la incertidumbre son el pan de cada día en una relación que perjudica más que suma.
- Las relaciones tóxicas se caracterizan también por la insistencia constante y absoluta de uno de los dos en tener el control.
- Cuando eventualmente la persona más perjudicada se da cuenta de la situación, se ve incapaz de llevar a cabo la ruptura sentimental, convenciéndose de que es “una mala etapa”. Pero esto se basa en el autoengaño y en la esperanza de que todo cambiará algún día.
Tipos de relaciones tóxicas
Existen diferentes tipos de relaciones tóxicas, aunque no hay una clasificación uniformada o cerrada al respecto. Depende de cada caso, aunque las más habituales son:
- Control, dominio y/o manipulación.
- Excesiva dependencia o co-dependencia.
- Idealización de la pareja o magnificación.
- Mentira y chantaje emocional.
- Caridad para no hacer daño al otro.
- Delegar todo el peso de las decisiones sin tomar responsabilidad.
- Rencor tras un desengaño no perdonado.
- Desatención.
- Ridiculización o menosprecio constante.
- Invalidar las emociones del otro.
- Echar la culpa y victimizar.
- Relaciones inestables de ida y vuelta.
- Problemas de celos.
- Relaciones basadas en el miedo.
¿Por qué hay relaciones tóxicas?
No hay una única respuesta a esta cuestión, sino distintas razones, factores y causas. Una relación siempre es cosa de dos, y todo empieza en el carácter y personalidad de cada persona dentro de la pareja. Como decíamos, suele haber alguien que es la víctima y alguien que asume el rol dominante.
El perfil de víctima se asocia a una persona insegura, con temor a la soledad y el rechazo, de baja autoestima, con urgencia en la necesidad de muestras de cariño. Incluso puede fantasear con la idea de que puede cambiar a esa persona, sentir necesidad imperiosa de cumplir algún rol social, etc. Por otro lado, la persona dominante no es ni mucho menos alguien con mayor seguridad, sino todo lo contrario: necesita controlar al otro para esconder su inseguridad, necesita manipular, minimizar lo positivo de su pareja, etc.
Por tanto, detrás de estas situaciones vemos problemas de base como las críticas constantes, intolerancia hacia el otro, falta de identidades separadas, una responsabilidad mal entendida, dependencia emocional, sentirse culpable, falta de círculo social…
Cómo detectar las relaciones tóxicas
Hay decenas de señales que pueden indicar que una relación es tóxica. Algunas de las más que delatan este tipo de relaciones son:
- Tu pareja, en vez de proporcionarte felicidad, solo te genera angustia, frustración o tristeza. Tampoco quiere que tengas relaciones sociales con otras personas, ni suficiente autonomía económica ni social.
- No hay respeto por la privacidad, ni se preocupa por tus necesidades.
- Se vale del chantaje emocional, te menosprecia, resta valor a tus logros o te hace de menos.
- Es inflexible y siempre quiere tener la razón cuando hay un motivo de discusión.
- En reuniones familiares o con amigos, evitas emitir tu opinión por miedo a que vuelva a reprenderte o a cuestionarte.
- No acepta cómo te vistes y trata de influirte.
- Siempre está recordando todos los fallos y errores que cometiste en el pasado.
¿Qué hacer cuando tu pareja es tóxica?
¿A quién acudir si estoy en una relación tóxica? Esa es la pregunta que muchas personas se hacen tras aceptar o detectar de forma clara que ellos, o alguien cercano, están inmersos en una relación tóxica. Lo primero que debemos hacer es intentar dialogar con la pareja, y tratar de resolver el conflicto.
Si esto no funciona o no es suficiente, la recomendación general es acudir a un psicólogo.
Además de contar con el apoyo y ayuda de familiares y amigos, la figura del psicólogo o especialista en terapia de pareja es clave, ya que dispone de las herramientas para ayudarte individualmente, o a ambos en la pareja, a salir de una relación dañina.
Ayuda psicológica para mejorar tu relación de pareja
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