Septiembre, para una gran mayoría de personas, es sinónimo de dar las vacaciones por finiquitadas, de volver a la rutina, de regresar al trabajo. Y abordar esta situación no siempre es sencillo tras haber disfrutado de un período de ocio y descanso como son las vacaciones de verano. Es por eso que el síndrome de depresión postvacacional se está convirtiendo en un problema común en buena parte de la sociedad.
¿Qué es la depresión postvacacional?
La depresión o síndrome postvacacional no es una enfermedad como tal. Se define como el conjunto de síntomas que puede padecer un trabajador al reincorporarse a su puesto de trabajo, como por ejemplo nerviosismo, inquietud, estrés, malestar, desgana y apatía…
Se trata de un trastorno adaptativo que lo padecen aquellas personas que finalizan un periodo de descanso más extenso de lo habitual y que no son capaces de volver a su antigua rutina.
¿Por qué se produce?
El síndrome postvacacional es fundamentalmente una reacción de nuestro sistema nervioso ante una situación que nos produce estrés, como puede ser en este caso un cambio brusco de hábitos y la vuelta a la rutina.
Al desconectar y cambiar tanto el chip en vacaciones, el regreso al trabajo, el estrés y el día a día nos genera cierto rechazo, pereza y apatía, lo que da lugar a la no bienvenida depresión postvacacional.
¿Cuánto dura el síndrome postvacacional?
Depende de cada persona, pero suele durar de 2-3 días hasta 21 días, que es el periodo natural para adaptarse a un cambio o convertirse en un hábito.
En general, siendo un período inferior a 15 días, no debe ser preocupante, puesto que se trata de una adaptación al entorno normal, algo habitual. No obstante, si sientes que el malestar persiste, es recomendable contactar con un psicólogo especialista o empezar terapia para evitar desarrollar trastornos de ansiedad o depresión.
Síntomas de la depresión postvacacional
Como decíamos, volver a la normalidad puede suponer un vaivén de síntomas de la depresión postvacacional, variantes en función de su intensidad.
Como psicólogos expertos, en casos que hemos tratado de pacientes con este padecimiento, destacamos que la sensación más habitual es la de sufrir estrés o ansiedad. Sin embargo, este regreso a la rutina también puede provocar:
- Insomnio
- Falta de apetito o apetito excesivo
- Fatiga, decaimiento.
- Apatía
- Falta de ánimos y de energía.
- Desmotivación.
- Negatividad e Irritabilidad.
- Tristeza
- Disminución del rendimiento y la productividad.
- Dolores musculares.
Si te has incorporada a la rutina después de un tiempo asueto y te sientes identificado con estas señales, no dudes en contactar con el equipo de Aila Psicología para que podamos ayudarte mediante terapia online o presencialmente Online.
¿Quiénes lo sufren más?
Por lo general, las mujeres son más propensas a padecerlo, ya que afecta más a personas cargadas de obligaciones familiares y que tengan personas a las que cuidar. Pero todo depende del carácter y las circunstancias personales de cada uno. Así, serán más proclives a sufrir depresión postvacacional las personas que tienen vulnerabilidad psicológica, quienes vuelven a un entorno laboral hostil, aquellos que toleren peor la frustración…
¿Por qué es importante tratar el síndrome postvacacional?
Las vacaciones son un auténtico oasis de libertad, alegría, paz, descanso y felicidad. Y la realidad de la vuelta al trabajo, a la rutina, puede ser muy dura, más de lo que nos gustaría. Es por esto que puede surgir el estrés postvacacional o incluso derivar en una depresión postvacacional. Al respecto, acudir a un psicólogo puede ser una buena opción para entender de donde proceden esos sentimientos y sensaciones, y empezar a tratarlos.
Cómo superar la depresión postvacacional
Aunque, como decíamos, lo más recomendable es ponerse en manos de psicólogo especialistas, hay toda una serie de consejos y recomendaciones que te ayudarán a evitar esta depresión pasajera, y sobrellevarla de la mejor manera posible:
- Dividir el periodo vacacional, evitando largos períodos de vacaciones, o volver unos días antes de la reincorporación al trabajo.
- Intentar incorporar una rutina de sueño similar a la habitual una semana antes de la vuelta a la rutina.
- Volver a la rutina de manera gradual, lo más poco a poco que podamos, sin exigirnos al 100% desde el primer momento.
- Mantener algo de las vacaciones en los primeros días, como salir por la tarde a tomar algo a una terraza o ir a cenar fuera. Darte algún pequeño capricho y disfrutar de los momentos libres.
- Intentar regularizar tu ritmo de sueño.
- Tener muy claro que este síndrome pasará y más pronto de lo que parece.
- Mantener una buena actitud, de ‘resignación positiva’ ante la situación, también es muy útil.
- Ponerte objetivos a corto plazo, realistas y empezar por el más fácil.
- (Re)instaurar buenos hábitos alimentarios y hacer ejercicio.
En algunos casos, además, si el afectado tiene depresión o ansiedad es posible que también se someta a un tratamiento farmacológico, preescrito por un profesional.
Conclusión
El síndrome de depresión postvacacional se está viendo incrementado en los últimos años a causa de la disonancia entre la satisfacción y la desconexión que se produce en el período vacacional en contraste con la vuelta al trabajo. También, por una mayor resistencia en el período de adaptación a un momento de cambio.
No obstante, este síndrome de depresión postvacacional no es un trastorno, sino que se trata de un síntoma. Habitualmente, como decíamos, dura dos o tres días, pero en personas con patologías previas, como depresión o ansiedad, o por otras circunstancias o tipo de carácter, se puede alargar y con consecuencias negativas para la salud.