Qué es el DSM 5

¿Qué es el DSM 5?

El manual de diagnóstico de trastornos mentales, conocido en la actualidad como DSM-5, es la ‘biblia’ de la clasificación de los trastornos mentales

Este manual proporciona descripciones de las categorías diagnósticas para que los clínicos e investigadores de las ciencias de la salud podamos diagnosticar, estudiar, intercambiar información y tratar los distintos trastornos.

El DSM, en su primera versión (DSM-I), surgió de la necesidad de elaborar una clasificación de trastornos mentales consensuada, fruto de la falta de acuerdo respecto a qué contenidos debería incluir y de los métodos de conformación por parte de los psiquiatras y psicólogos.

Editado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, dicho manual se confeccionó mediante datos empíricos, de juicios de valor culturales y con una metodología descriptiva. Todo, con el  objetivo de mejorar la comunicación entre clínicos e investigadores de diversas orientaciones. 

Por otra parte, también es importante tener en cuenta que el DSM siempre debe ser utilizado por personas con experiencia clínica, ya que se utiliza como una guía que debe ser acompañada de juicio clínico, además de los conocimientos profesionales y criterios éticos necesarios.

Podemos considerar que  los criterios de diagnóstico facilitan un lenguaje común entre los distintos profesionales (psiquiatras, psicólogos clínicos e investigadores de las ciencias de la salud) que nos dedicamos a la psicopatología, delimitando los criterios que los definen y ayudando a asegurar que el diagnóstico sea preciso y consistente.

Publicación quinta versión DSM

La DSM-5, publicada en 2013, es la quinta y la que sigue vigente hoy en día casi una década después de su publicación. Se trata de la obra más completa y actualizada de la práctica clínica que está a disposición de los médicos especializados en salud mental e investigadores. La utilidad de su información es también muy importante, tal y como hemos comentado a lo largo de este artículo, para otros especialistas como psicólogos, terapeutas ocupacionales, enfermeros, trabajadores sociales, médicos forenses y especialistas legales.

En definitiva, el DSM es el sistema de clasificación de trastornos mentales con mayor aceptación, ya sea para el diagnóstico clínico como para la investigación y la docencia.

La versión DSM-5

La última edición del DSM, sustituyendo a la de 1994, se ha convertido en la obra de referencia que define y clasifica los trastornos mentales con la finalidad de mejorar los diagnósticos, tratamientos y en la investigación. 

El manual presenta una serie de cambios relacionados con la organización de los trastornos. Desde 2013, estos se establecen según el sexo, desarrollo y características culturales del paciente, anque los cambios más relevantes están relacionados con las novedades en los diagnósticos específicos de cada trastorno.

Por ejemplo, se incorporaron nuevos trastornos como el trastorno de disregulación emocional disruptivo o el trastorno por atracón, es decir, cuando se come en exceso en más de 12 ocasiones durante un periodo de 3 meses. Y el trastorno de acumulación compulsiva ha dejado de ser considerado un síntoma del trastorno obsesivo compulsivo a entender por sí solo como un trastorno.

Actualmente, y en función de este manual, el trastorno del espectro autista (TEA) comprende cuatro diagnósticos que anteriormente estaban separados: trastorno autista, trastorno de asperger, trastorno desintegrativo de la infancia y trastorno generalizado del desarrollo.

Sobre los trastornos por estrés postraumático (TEPT), el DSM-5 incluye cuatro grupos de síntomas para el diagnóstico: re-experimentación, excitación, evitación y alteraciones negativas recurrentes en las cogniciones y en el estado de ánimo.

En cuanto duelo, en el DSM-5 ya no se excluye el diagnóstico de depresión en los dos primeros meses del duelo, y ya no se especifica que lo normal sea una duración de 2 meses, dado que en la práctica clínica habitualmente dura de 1 a 2 años.

Otro cambio lo encontramos en el trastorno por consumo de sustancias, que engloba ya los trastornos por abuso y dependencia de sustancias.

Por último, también hay que mencionar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), ya que en el DSM-5 hay varios cambios destacables, como su clasificación como un trastorno del neurodesarrollo, el reconocimiento de su existencia en la edad adulta, que la edad de inicio es anterior a los 12 años (antes era a los 7), y especialmente que se admite que este trastorno es una entidad que puede perdurar toda la vida. Es decir, se acepta que no es un trastorno únicamente presente en la infancia.

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